Te hablaremos de Boca del Infierno en Huesca, un paraje muy conocido ubicado en un entorno de hayedos y pinares, poblado de variada fauna. Es un lugar que emociona a los visitantes en cualquier época del año.
Todo sobre los espacios naturales en Huesca
En muchos paisajes de esta provincia la naturaleza tiene una particular belleza, dada por sus praderas, sus densos bosques y los perfiles de sus montañas y cumbres de hasta 2700 metros. Por eso, una salida a la naturaleza en Huesca deja emociones e impresiones muy gratas y duraderas y allí se pueden realizar actividades de todo tipo.
Entre otros atractivos que podrás disfrutar si te alojas unos días en la la zona están sus pintorescos pueblos de calles empedradas e iglesias románicas, donde los habitantes preservan su cultura ancestral, que se manifiesta en todos los quehaceres. Hecho, Siresa y Ansó son ejemplo de ello.
La Selva de Oza
Toda esta región está enclavada en el parque natural de los Valles Occidentales. La zona de la Selva de Oza, cerca de Siresa, es un ecosistema particularmente fértil, un espeso y umbroso bosque de pinos, abedules, arces y hayas. Es además refugio para el oso pardo, el quebrantahuesos y el urogallo, que son especies amenazadas. En ella se encuentran también tres dólmenes y un centro de interpretación.
En esta selva puedes hacer barranquismo y senderismo; algunas rutas te llevan por la calzada romana Caesaraugusta-Beneharnum, hasta llegar a un torreón defensivo llamado Castillo Viejo.
Siguiendo esta ruta puedes alcanzar el punto donde se encuentra la Boca del Infierno. Este es un barranco de 1500 metros de longitud que está ubicado en la entrada de la Selva de Oza. Tiene un desnivel de aproximadamente 60 metros y ha sido tallado en la roca por la fuerza del agua del río Aragón Subordán.
Esta garganta es perfecta para hacer barranquismo y descender o ascender por sus escarpadas paredes y entre descomunales bloques de piedra. Al llegar abajo te puedes bañar en el agua, que estará muy fresca. Al llegar al paso de la lavadora la corriente te hará dar varias vueltas rápidas en uno de los puntos más divertidos.
Podrás deslizarte en las torrenteras, nadar en las pozas y ver desde abajo los juegos de luz y sombras sobre el agua y la roca. También tienes la posibilidad de pescar truchas, que abundan en el río. Al retorno puedes visitar el torreón de Ysil, que fue construido para vigilar el estrecho paso de la Boca del Infierno y sorprender a los contrabandistas que dieron su nombre a la senda.
El paraje de la Boca del Infierno en Huesca es todo diversión, reto y aventura. Anímate a conocerlo y contáctanos para explicarte todo sobre los espacios naturales en Huesca.