Esta semana hemos tenido la suerte de tener con nosotros a una sobrina. Se ha pasado el tiempo volando. Aún recuerdo el día que la fui a buscar a Zaragoza. Ya iba toda disfrazada para la fiesta de Halloween que celebraban los niños del pueblo esa tarde. – Me tendrás que poner sangre, tía. – Sí, no te preocupes. Duérmete un poco ahora, que aún queda mucho. – Ya habrán empezado cuando lleguemos? – Sí, estarán por las calles, ya será de noches. Por eso, aprovecha a descansar ahora. Y se durmió… pero poco, hasta Huesca. (Vaya, pensé, justo cuando vienen todas las curvas!) – Ya hemos llegado tía? Ya es de noches. – No, aún faltan 59 minutos. Tenemos que pasar todas esas montañas tan grandes. – Ah! Y después de las montañas ya está Javierregay? – No, estaremos en el Pantano de la Peña. – Ah! Y después? – Otras montañas medianas. – Y ya habremos llegado a Javierregay? – No, a Bailo. – Y después? – Unas montañas pequeñas. – Y ya Javierregay? – No, será Puente la Reina de Jaca. – Y ya? – No, cruzaremos un puente grande: el río Aragón. – Y ya? […]